Os cuento lo que vamos a necesitar.
Ingredientes:
- Pasta (podéis usar la que más os guste).
- 1 cebolla mediana
- 2 cucharadas de queso azul o queso roquefort ( yo cada vez le pongo un tipo de queso, me gusta de las dos maneras). Si os gusta fuerte, podéis añadirle más cantidad.
- 1 brick de nata para montar (200 ml)
- restos de pollo asado en trozos, o varios filetes de pechuga de pollo (1 por persona)
- sal y pimienta
Preparación:
Ponemos a hervir la pasta con agua y sal siguiendo las indicaciones del fabricante. Cuando esté lista, la escurrimos, lavamos con un poco de agua fría y reservamos.
Salpimentamos el pollo y lo cocinamos a la plancha a fuego vivo para que quede bien doradito, o si tenemos pollo asado, los partimos en trozos y les damos un calentón en el microondas.
Picamos la cebolla bien pequeña.
La pochamos en una sartén grande con aceite de oliva hasta que esté transparente y tierna.
Entonces añadimos el queso y dejamos que coja temperatura.
Incorporamos la nata y removemos para que se mezcle todo bien. Salpimentamos.
Cuando el queso este derretido está lista la salsa. Ahora añadimos la pasta a la sartén y removemos un par de minutos para que se impregne bien del sabor de la salsa.
Y por último servimos una ración de pasta y colocamos encima el filete de pollo en tiras, o los trozos de pollo asado. Otra opción sería añadir los trozos de pollo a la salsa y mezclarlo todo en la propia sartén, pero de esta forma tiene mejor presentación.
La salsa es suave y la cebolla le da un toque dulce buenísimo.
Besos para todos!
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